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lunes, 15 de diciembre de 2014

Navidad

Podría decir que odio las navidades, que para mí no significan nada, que carezco de ‘’espiritu navideño’’, que me parece otro invento más del sistema capitalista en el que vivimos.Mentiría si así lo afirmara.


Desde muy pequeña siempre he amado esta época del año, ya no solo me refiero a las navidades, si no al invierno. Siempre recuerdo los meses fríos con felicidad ,no puedo decir lo mismo de la primavera.
La verdad es que pocas veces me he parado a pensar en por qué me gusta tanto esta época del año, quizá porque la lluvia te obliga a quedarte en casa , leyendo, escuchando un buen disco,  o viendo alguna de las películas clásicas que tanto me gustan.El verano, la primavera, con su color especial, sus largas horas de luz y el calor te retienen en el exterior, mientras los discos, las películas y los libros esperan impacientes que llegue noviembre.


Pero volviendo a la Navidad. Realmente no creo en la fiesta religiosa en sí, ni siquiera se muy bien por qué la celebro, si  en realidad me considero atea.
Tampoco creo en esa agresividad comercial que te ataca durante al menos un mes y te presiona día tras día recordándote que aún no tienes regalos para tu familia.
No, definitivamente no creo en ello, de hecho opino que todo eso estropea lo bonito de la navidad,es más una navidad sin regalos sería perfecta.


Cuando pienso en Navidad , pienso en el olor a mantequilla que desprende la cocina de mi abuela,pienso en las maravillosas tardes encerrada en un café riendo y disfrutando con mis amigas, pienso en lo nervioso que se pone mi hermano en la función de navidad, en las típicas discusiones familiares del día de navidad, pienso en mi padre rogándome ayuda para encontrar el regalo perfecto para mi madre, pienso en el choque de copas a las doce y dos minutos, enla cara de orgullo de mi madre al terminar sus creaciones culinarias , la guerra de mazapanes con mi hermano y en el beso con sabor a café.


La navidad quieras o no te acerca a tus seres queridos, te hace recordar lo mucho que los quieres.


Otra de las cosas que me gusta de la navidad es que se termina el año , y es el momento en el que puedes hacer memoria sobre todo lo vivido en los anteriores meses, y si ha sido malo, la vida te brinda la oportunidad de vivir otros doce meses y hacer de ellos algo maravilloso.

Por todo ello , es por lo que me gusta la navidad.
Azurea Mode

Ray Bradbury
Cuento de Navidad
El día siguiente sería Navidad y, mientras los tres se dirigían a la estación de naves espaciales, el padre y la madre estaban preocupados. Era el primer vuelo que el niño realizaría por el espacio, su primer viaje en cohete, y deseaban que fuera lo más agradable posible. Cuando en la aduana los obligaron a dejar el regalo porque pasaba unos pocos kilos del peso máximo permitido y el arbolito con sus hermosas velas blancas, sintieron que les quitaban algo muy importante para celebrar esa fiesta. El niño esperaba a sus padres en la terminal. Cuando éstos llegaron, murmuraban algo contra los oficiales interplanetarios.-¿Qué haremos?
-Nada, ¿qué podemos hacer?
-¡Al niño le hacía tanta ilusión el árbol!
La sirena aulló, y los pasajeros fueron hacia el cohete de Marte. La madre y el padre fueron los últimos en entrar. El niño iba entre ellos, pálido y silencioso.
-Ya se me ocurrirá algo -dijo el padre.
-¿Qué...? -preguntó el niño.
El cohete despegó y se lanzó hacia arriba al espacio oscuro. Lanzó una estela de fuego y dejó atrás la Tierra, un 24 de diciembre de 2052, para dirigirse a un lugar donde no había tiempo, donde no había meses, ni años, ni horas. Los pasajeros durmieron durante el resto del primer "día". Cerca de medianoche, hora terráquea según sus relojes neoyorquinos, el niño despertó y dijo:
-Quiero mirar por el ojo de buey.
-Todavía no -dijo el padre-. Más tarde.
-Quiero ver dónde estamos y a dónde vamos.
-Espera un poco -dijo el padre.
El padre había estado despierto, volviéndose a un lado y a otro, pensando en la fiesta de Navidad, en los regalos y en el árbol con sus velas blancas que había tenido que dejar en la aduana. Al fin creyó haber encontrado una idea que, si daba resultado, haría que el viaje fuera feliz y maravilloso.
-Hijo mío -dijo-, dentro de medía hora será Navidad.
La madre lo miró consternada; había esperado que de algún modo el niño lo olvidaría. El rostro del pequeño se iluminó; le temblaron los labios.
-Sí, ya lo sé. ¿Tendré un regalo? ¿Tendré un árbol? Me lo prometieron.
-Sí, sí. todo eso y mucho más -dijo el padre.
-Pero... -empezó a decir la madre.
-Sí -dijo el padre-. Sí, de veras. Todo eso y más, mucho más. Perdón, un momento. Vuelvo pronto.
Los dejó solos unos veinte minutos. Cuando regresó, sonreía.
-Ya es casi la hora.
-¿Puedo tener un reloj? -preguntó el niño.
Le dieron el reloj, y el niño lo sostuvo entre los dedos: un resto del tiempo arrastrado por el fuego, el silencio y el momento insensible.
-¡Navidad! ¡Ya es Navidad! ¿Dónde está mi regalo?
-Ven, vamos a verlo -dijo el padre, y tomó al niño de la mano.
Salieron de la cabina, cruzaron el pasillo y subieron por una rampa. La madre los seguía.
-No entiendo.

-Ya lo entenderás -dijo el padre-. Hemos llegado.................

  ¿Cómo acaba?

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Estampa de navidad. Felipe Benítez reyes

La noche. Cuánta luz.
Y todos vamos´
Cargados de juguetes o de joyas,
Cruzando una ciudad multicolor y helada
Cubierta con racimos de bombillas
Azules, verdes, rojas,
                                  Que dibujan
La serpiente eléctrica de las lentejuelas de oro frío
En la tirantez  aterida del aire.

En los escaparates brilla
La sombra luminosa de otros escaparates
Y la desordenada sombra de un mendigo,
Y los niños mantienen los ojos muy abiertos.

(El tren y las espadas. Las estrellas.
La nave intergaláctica y la luna-
La muñeca habladora
                                   Y esa nieve
Que cae sin cesar
Sobre la tumba inmortal de nuestra infancia)

Cuánta luz,
                  Desgranada como un confeti
Sobre estas alegres calles
Por las que todos vamos como brujos felices,
Cargados de mortalidad y de regalos.

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  ¿POR QUÉ ES TAN BUENO ESTE POEMA?

jueves, 11 de diciembre de 2014

La canción de los Jueves: Carrie Underwood


BIOGRAFÍA
Carrie Marie Underwood nació el 10 de marzo de 1983 en Oklahoma. Carrie había dejado de lado sus sueños de canto para hacer un grado en periodismo televisivo, pero todo cambió después de su audición para American Idol durante su último año en la Universidad de Northeastern State. Ella ganó la cuarta temporada de la serie en 2005, y pasó a ganar múltiples premios Grammy, Asociación de Música Country y la Academia de los premios de la música country. En 2008, a los 26 años, Underwood se convirtió en el miembro más joven del Grand Ole Opry. Sus álbumes de éxito incluyen 'Carnival Ride' , 'Play On' y 'Blown Away'.

"THERE'S A PLACE FOR US"
"There’s a place for us" es una canción escrita por David Hodges, Hillary Lindsey y co-escrita y grabada por la artista americana Carrie Underwood. Aparece en la banda sonora de la película de 2010 Las crónicas de Narnia: La Travesía del Viajero del Alba. La canción fue incluida en los créditos finales de la película. La canción también fue realizada por otros artistas, pero su versión fue exclusiva para su país. La canción recibió una nominación a "Mejor Canción Original"en los 68 Premios Globo de Oro .
Supuestamente la versión para España estaba interpretada por Sonohra, un dúo italiano constituido por los hermanos Diego y Luca Fainello. A pesar de esto, la versión en España fue también la de Carrie Underwood.



LETRA
There's a place out there for us
More than just a prayer or anything you've ever dreamed of
So when you feel like giving up 'cause you don't fit in down here
Fear is crashing in, close your eyes and take my hand,

We can be the kings and queens of anything if we believe
It's written in the stars that shine above
A world where you and I belong where, faith and love will keep us strong
Exactly who we are is just enough
There's a place for us
There's a place for us

When the water meets the sky
Where your heart is free and hope comes back to life
When these broken hands are whole again
We'll find what we've been waiting for, we were made for so much more

We can be the kings and queens of anything if we believe
It's written in the stars that shine above
A world where you and I belong, where faith and love will keep us strong
Exactly who we are is just enough
There's a place for us
There's a place for us
So hold on, hold on
There's a place for us

We can be the kings and queens of anything if we believe
It's written in the stars that shine above
A world where you and I belong, where faith and love will keep us strong
Exactly who we are is just enough
Exactly who we are is just enough
There's a place for us

LETRA TRADUCIDA:
Hay un lugar allá afuera para nosotros
Más que una oración o cualquier cosa que jamás hayamos soñado
Así que si sientes que ya no puedes más porque no encajas en este lugar
El miedo se esta yendo, cierra los ojos y toma mi mano

Podemos ser los reyes y las reinas de todo si así lo queremos
Esta escrito en las estrellas que brillan en el firmamento
Un mundo al que tu y yo pertenecemos, donde la fé y el amor nos mantendrá fuertes
Ser lo que somos es suficiente
Sí, hay un lugar para nosotros, hay un lugar para nosotros.

Donde el agua se une con el cielo
Donde tu corazón es libre y la esperanza vuelve a la vida
Donde estas manos deshechas estan enteras de nuevo
Vamos a encontrar lo que hemos estado esperando,
Fuimos hechos para mucho más...

Podemos ser los reyes y las reinas de todo si así lo queremos
Esta escrito en las estrellas que brillan en el firmamento
Un mundo al que tú y yo pertenecemos,
Donde la fé y el amor nos mantendrá fuertes
Ser lo que somos es suficiente
Hay un lugar para nosotros,
Hay un lugar para nosotros.
Así que espera, espera
Hay un lugar para nosotros

Podemos ser los reyes y las reinas de todo si así lo queremos
Esta escrito en las estrellas que brillan en el firmamento
Un mundo al que tu y yo pertenecemos,
Donde la fé y el amor nos mantendrá fuertes
Ser lo que somos es suficiente
Ser lo que somos es suficiente
Sí, hay un lugar para nosotros.

OPINIÓN PERSONAL
Elegí esta canción después de pensarlo bastante, Decidí elegirla ya que para mí significa mucho más que una canción cualquiera al ser parte de la banda sonora de unas películas que marcaron mi vida, y ser esta en concreto la encargada de cerrar la saga de películas. Mi primera opción fue ‘The Call’ de Regina Spektor, perteneciente a la banda sonora de Narnia: El príncipe Caspian. Pero finalmente decidí que "There's a place for us" se adecuaba más, ya que para mi la letra expresa el mejor pensamiento posible, el de que pueda existir un mundo aparte, y sobretodo que a pesar de no pertenecer de alguna forma al mundo en el que te ves obligado a vivir, hay la esperanza de que exista un lugar al que perteneces y donde podrás ser exactamente quien eres realmente.

Tom Waits



Aquí abajo podéis escuchar los temas de las películas Leolo  y Smoke



El monstruo que todos amamos

Una biografía no autorizada pinta a un Tom Waits que cultiva sus excentricidades

En una hipotética competición para determinar el artista estadounidense más cool, es muy posible que Tom Waits ocupase el primer puesto. Alardea de productividad: puede editar dos álbumes el mismo día o juntar sus temas sueltos en un triple disco. Su música rompe normas: impresiona su primitivismo, apabullan sus desmadejados arreglos, desconciertan esas letras donde alterna religión y crueldad. Y ejerce de notable actor (secundario), generalmente en películas minoritarias.
pública. A diferencia de la mayoría de los artistas, detesta que su música sea usada en publicidad (y ha pleiteado, con éxito, contra los listos que intentaron sortear su prohibición). Raciona sus directos: sus giras son raras y breves, limitadas a actuaciones en teatros. Rechaza deliberadamente los festivales que honran su obra: Waitstock (Nueva York), Stray-dogs Party (Dinamarca), Waiting For Waits (Mallorca).
"El público es un animal al que mejor no alimentar", suele decir el cantante
Sobre todo, Waits extiende una niebla perpetua sobre su pasado, su vida cotidiana, sus motivaciones. Concede entrevistas cuando se acerca un nuevo lanzamiento, pero los encuentros están cuidadosamente escenificados. En ellos procede a apabullar al plumilla con información trivial, aforismos ingeniosos o anécdotas improbables. El periodista descubre que se ha divertido mucho, pero que sigue sin aclarar los misterios que rodean al artista, empezando por el principal: la relación creativa con su mano derecha, su esposa Kathleen Brennan.
Los argumentos de Waits son contundentes: sus seguidores no pueden exigir conocer sus intimidades; las canciones existen por sí solas y no necesitan exégesis; su imagen pública no debe ser cuestionada. En sus palabras, "el público es un animal salvaje al que conviene no alimentar demasiado". Así que dedica muchas energías a zancadillear el primer proyecto de una biografía seria, ordenando a sus amigos y socios que no hablen con el intruso, el británico Barney Hoskyns.
Finalmente, el libro se publica y ya tiene traducción española (Global Rhythm Press), lastrada por un título chocante -Tom Waits. La coz cantante. Biografía en dos actos- y la ausencia de índice. En el prólogo, Hoskyns examina el conflicto entre el secretismo de su protagonista y su necesidad de indagar: "Está claro que no tenemos un derecho a conocer al auténtico Tom Waits, igual que ocurre con cualquiera que elija por voluntad propia excluirse de la vida social. Y sin embargo resulta inevitable que las personas que se apasionan con la obra de un artista busquen identificarse con él: todos queremos acercarnos a su grandeza".
Hoskyns divide la biografía en dos partes. El primer acto cubre desde su nacimiento (Pomona, 1949) hasta su encuentro con Brennan, mientras se rodaba Corazonada, el musical de Coppola. Husmeando los pasos de Waits, desde San Diego a Los Ángeles, muestra la consolidación de su personaje, un beat tardío que detesta la contracultura californiana, aunque comparta discográfica con su aristocracia: en Asylum Records están desde Jackson Browne a Eagles.
Hay mucha impostura en aquel Tom Waits que pretende situarse entre Kerouac y Bukowski, aunque es más espectador que participante en los excesos de la vida bohemia. Con todo, no se entiende que reniegue de aquellos discos setenteros, que ahora maltrata: están disponibles en CD con portadas desvaídas, a veces sin letras, digitalizados sin ningún cuidado especial. Afortunadamente, Hoskyns combina el trabajo detectivesco con el análisis crítico, complementando la historia de cada grabación con el despiece de sus canciones.
Tom Waits es un caso único en el negocio musical: a estas alturas, se necesita reivindicar su cancionero más accesible, dado que en los últimos 30 años sólo ha defendido su trabajo más experimental. El segundo acto de Hoskyns navega por territorio más oscuro: en su papel de padre de familia, Waits mantiene lo que los publicistas denominarían "un perfil bajo". Pocos músicos se atreven a romper el pacto de silencio implícito en una convocatoria de Tom: como jefe, no tolera que sus subordinados se quejen o que especulen con sus acciones.
Ese ensimismamiento ha generado mucha música impactante, en un ejercicio de expresión radical que no deja de plantear problemas. El Tom Waits actual se acerca tanto a la autoparodia como el desatado beatnikdel motel Tropicana: ejerce de intimidante hombre lobo, lleva su cruzada antitecnológica al borde de sabotear sus propios discos. Sus escasas actuaciones se transforman en eventos fashion donde acuden VIP que seguramente nunca han escuchado a Captain Beefheart, ni, por supuesto, saben de la existencia de Howlin' Wolf. Sus torturadas canciones sirven para que bellas actrices enriquezcan sus currículos. Se ha convertido en un freak de circo, el monstruo al que todos amamos.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Estampas de navidad. El cuento de navidad de Paul Auster, Ray Bradbury..





  • Paul Auster



  • Paul Auster es un escritor, guionista y director de cine estadounidense, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2006. Wikipedia






  • CónyugeSiri Hustvedt (m. 1981)Lydia Davis (m. 1974–1978)



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    El cuento de navidad de Auggie Wren
    Paul Auster

    Le oí este cuento a Auggie Wren.
    Dado que Auggie no queda demasiado bien en él, por lo menos no todo lo bien que a él le habría gustado, me pidió que no utilizara su verdadero nombre.
    Aparte de eso, toda la historia de la cartera perdida, la anciana ciega y la comida de Navidad es exactamente como él me la contó.













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    Cuento de Navidad
    [Cuento. Texto completo.]
    Ray Bradbury




    El día siguiente sería Navidad y, mientras los tres se dirigían a la estación de naves espaciales, el padre y la madre estaban preocupados. Era el primer vuelo que el niño realizaría por el espacio, su primer viaje en cohete, y deseaban que fuera lo más agradable posible. Cuando en la aduana los obligaron a dejar el regalo porque pasaba unos pocos kilos del peso máximo permitido y el arbolito con sus hermosas velas blancas, sintieron que les quitaban algo muy importante para celebrar esa fiesta. El niño esperaba a sus padres en la terminal. Cuando éstos llegaron, murmuraban algo contra los oficiales interplanetarios.-¿Qué haremos?
    -Nada, ¿qué podemos hacer?
    -¡Al niño le hacía tanta ilusión el árbol!
    La sirena aulló, y los pasajeros fueron hacia el cohete de Marte. La madre y el padre fueron los últimos en entrar. El niño iba entre ellos, pálido y silencioso.
    -Ya se me ocurrirá algo -dijo el padre.
    -¿Qué...? -preguntó el niño.
    El cohete despegó y se lanzó hacia arriba al espacio oscuro. Lanzó una estela de fuego y dejó atrás la Tierra, un 24 de diciembre de 2052, para dirigirse a un lugar donde no había tiempo, donde no había meses, ni años, ni horas. Los pasajeros durmieron durante el resto del primer "día". Cerca de medianoche, hora terráquea según sus relojes neoyorquinos, el niño despertó y dijo:
    -Quiero mirar por el ojo de buey.
    -Todavía no -dijo el padre-. Más tarde.
    -Quiero ver dónde estamos y a dónde vamos.
    -Espera un poco -dijo el padre.
    El padre había estado despierto, volviéndose a un lado y a otro, pensando en la fiesta de Navidad, en los regalos y en el árbol con sus velas blancas que había tenido que dejar en la aduana. Al fin creyó haber encontrado una idea que, si daba resultado, haría que el viaje fuera feliz y maravilloso.
    -Hijo mío -dijo-, dentro de medía hora será Navidad.
    La madre lo miró consternada; había esperado que de algún modo el niño lo olvidaría. El rostro del pequeño se iluminó; le temblaron los labios.
    -Sí, ya lo sé. ¿Tendré un regalo? ¿Tendré un árbol? Me lo prometieron.
    -Sí, sí. todo eso y mucho más -dijo el padre.
    -Pero... -empezó a decir la madre.
    -Sí -dijo el padre-. Sí, de veras. Todo eso y más, mucho más. Perdón, un momento. Vuelvo pronto.
    Los dejó solos unos veinte minutos. Cuando regresó, sonreía.
    -Ya es casi la hora.
    -¿Puedo tener un reloj? -preguntó el niño.
    Le dieron el reloj, y el niño lo sostuvo entre los dedos: un resto del tiempo arrastrado por el fuego, el silencio y el momento insensible.
    -¡Navidad! ¡Ya es Navidad! ¿Dónde está mi regalo?
    -Ven, vamos a verlo -dijo el padre, y tomó al niño de la mano.
    Salieron de la cabina, cruzaron el pasillo y subieron por una rampa. La madre los seguía.
    -No entiendo.
    -Ya lo entenderás -dijo el padre-. Hemos llegado.
    Se detuvieron frente a una puerta cerrada que daba a una cabina. El padre llamó tres veces y luego dos, empleando un código. La puerta se abrió, llegó luz desde la cabina, y se oyó un murmullo de voces.
    -Entra, hijo.
    -Está oscuro.
    -No tengas miedo, te llevaré de la mano. Entra, mamá.
    Entraron en el cuarto y la puerta se cerró; el cuarto realmente estaba muy oscuro. Ante ellos se abría un inmenso ojo de vidrio, el ojo de buey, una ventana de metro y medio de alto por dos de ancho, por la cual podían ver el espacio. El niño se quedó sin aliento, maravillado. Detrás, el padre y la madre contemplaron el espectáculo, y entonces, en la oscuridad del cuarto, varias personas se pusieron a cantar.
    -Feliz Navidad, hijo -dijo el padre.
    Resonaron los viejos y familiares villancicos; el niño avanzó lentamente y aplastó la nariz contra el frío vidrio del ojo de buey. Y allí se quedó largo rato, simplemente mirando el espacio, la noche profunda y el resplandor, el resplandor de cien mil millones de maravillosas velas blancas.
    FIN





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    blogspot.com.es/2008/07/grandes-discos-garbage-version-20.html






    http://youtu.be/BDsPIu2QZsg Villancico deAttic Lights

    Estampa de navidad. Felipe Benítez reyes

    La noche. Cuánta luz.
    Y todos vamos´
    Cargados de juguetes o de joyas,
    Cruzando una ciudad multicolor y helada
    Cubierta con racimos de bombillas
    Azules, verdes, rojas,
                                      Que dibujan
    La serpiente eléctrica de las lentejuelas de oro frío
    En la tirantez  aterida del aire.

    En los escaparates brilla
    La sombra luminosa de otros escaparates
    Y la desordenada sombra de un mendigo,
    Y los niños mantienen los ojos muy abiertos.

    (El tren y las espadas. Las estrellas.
    La nave intergaláctica y la luna-
    La muñeca habladora
                                       Y esa nieve
    Que cae sin cesar
    Sobre la tumba inmortal de nuestra infancia)

    Cuánta luz,
                      Desgranada como un confeti
    Sobre estas alegres calles
    Por las que todos vamos como brujos felices,
    Cargados de mortalidad y de regalos.

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    Nochebuena
     Eduardo Galeano
    Fernando Silva dirige el hospital de niños en Managua.
    En vísperas de Navidad, se quedó trabajando hasta muy tarde. Ya estaban sonando los cohetes, y empezaban los fuegos artificiales a iluminar el cielo, cuando Fernando decidió marcharse. En su casa lo esperaban para festejar.
    Hizo una última recorrida por las salas, viendo si todo queda en orden, y en eso estaba cuando sintió que unos pasos lo seguían. Unos pasos de algodón; se volvió y descubrió que uno de los enfermitos le andaba atrás. En la penumbra lo reconoció. Era un niño que estaba solo. Fernando reconoció su cara ya marcada por la muerte y esos ojos que pedían disculpas o quizá pedían permiso.
    Fernando se acercó y el niño lo rozó con la mano:
    -Decile a... -susurró el niño-
    Decile a alguien, que yo estoy aquí.

    Villancicos pop


    Villancicos Pop




    CUENTOS BACHILLERES/OPINIONES

    Anciana juventud

    Nieve, frío y felicidad solo podía significar navidad para ella. El séptimo mes de diciembre desde que se había mudado o que la habían obligado a mudarse. Seguía paseando y sonriendo como había hecho siempre, en verano contenta por el buen tiempo, por la playa, por los niños corriendo y comiendo helados, en invierno entusiasmada por abrigarse, por los paseos en aquella pequeña ciudad, por los niños corriendo y comiendo castañas. Diez personas de similar edad residían todos los días del año en aquel edificio de tres pisos, a todos y cada uno de los ancianos, esta mujer les alegraba los días.
    Cinco de enero, y después de unas fiestas con sus hijos vuelve a su hogar. La noche de reyes había decidido pasarla con sus compañeros del día a día. Había quienes lloraban, algunos reían y otros se encerraban. Sentía frustración, tristeza, acostumbrada a las fiestas con sus hijos y nietos, jóvenes con fuerzas y dispuestos a cualquier cosa, con toda la vida por delante, esta situación le empezaba a superar. Siempre con buena voluntad, todo por el bien de los demás, en todo momento queriendo transmitir su felicidad y  su emoción por  vivir, así consiguió nuestra amiga pasar una de las mejores noches de sus 70 años de vida. La noche de reyes del 2012 fueron diez muchachos o eso sintieron. Cada uno una historia de su vida, totalmente diferentes unos de otros pero todos con algo en común, ganas de recordar buenos tiempos. Así esta pequeña familia de distinta sangre sonrió como hacía tiempo que no lo hacía. La que iba a ser otras fechas señaladas que pasar solos, tristes y con sentimiento de abandono en muchos casos, resultó totalmente con el efecto contrario.
    Fue entonces cuando esta mujer pudo ver como ya no solo la vida, sino que la navidad, unas fechas que a ella aún le hacían más feliz no es para todos igual, pero también ese mismo día comenzó más que nunca a creer en el espíritu navideño, ya que con seguridad, pensando en lo ocurrido, los sentimientos que habían experimentado aquella noche no hubiera sido posible si no se tratara de un cinco de enero.




    PROS Y CONTRAS
                ¿Cómo veo la Navidad? La veo como la época del año en que la contaminación lumínica de la ciudad, al igual que el consumismo, aumenta de manera exagerada. No me gustan las luces, ni las calles llenas de gente y tampoco los regalos. Me gustan las reuniones familiares, los turrones y la ilusión de los niños. Odio las películas navideñas, los adornos en mi casa y los villancicos. Me gusta que gracias a la navidad haya vacaciones. No me gusta el frío ni la lluvia. Creo que no es necesario dar razones. Dices que la Navidad te causa indiferencia y te miran como si estuvieras loco. Está bien.
                Uno de los temas que más me da que pensar son los regalos navideños. Me regalan un pijama para celebrar que hace aproximadamente dos milenios nació un personaje cuyo único regalo fue nacer (dejemos a parte los debates sobre la fecha en la que realmente nació, ya que según se dice, no fue en diciembre). No encuentro la relación. Si aprecio a alguien y quiero regalarle algo, no espero a que sea Navidad. “Porque es Navidad” no me parece una buena respuesta a “¿Por qué me haces regalos?”.
                Turrones, mazapanes, polvorones, roscones y demás dulces navideños es lo único que ansío una vez llegado el frío. Sopa de marisco. Carne guisada. Peras al vino. La misma receta desde hace años. Debería aburrirnos siempre lo mismo, pero a ser anualmente, es la mejor cena del año. Después de la gran cena, foto familiar. Rutina navideña.
                En definitiva, ¿sabes ese adorno en el que todas las bombillas brillan cegadoramente menos una que está fundida? Esa bombilla apagada soy yo.