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miércoles, 16 de septiembre de 2015

Pessoa "Al volante del chevrolet" Cuestiones y relatos



"Al volante del Chevrolet por la carretera de Sintra", Fernando Pessoa (Alvaro de Campos)



[

[AL VOLANTE DEL CHEVROLET POR LA CARRETERA DE SINTRA]
Traducción de César Antonio de Molina

Al volante del Chevrolet por la carretera de Sintra,
al luar y al sueño por la carretera desierta,
conduzco a solas, conduzco casi despacio, y un poco
me parece, o me esfuerzo porque un poco me parezca,
que sigo por otra carretera, por otro sueño, por otro mundo,
que sigo sin que haya Lisboa atrás dejada o Sintra a la que llegar,
que sigo, ¿y que más puede haber en seguir sino no parar, proseguir?

Voy a pasar la noche en Sintra por no poder pasarla en Lisboa,
mas cuando llegue a Sintra me apenará no haberme quedado en Lisboa.
Siempre esta inquietud sin propósito, sin nexo, sin consecuencia,
siempre, siempre, siempre
esta desmedida angustia del espíritu por nada
en la carretera de Sintra o en la carretera del sueño o en la carretera de la vida...

Maleable a mis movimientos subconscientes del volante
galopa por debajo de mí conmigo el automóvil prestado.
Sonrío del símbolo al pensarlo, y al girar a la derecha.
¡Con cuántas cosas prestadas voy yendo por el mundo!
¡Cuántas cosas que me prestaron conduzco como mías!

A la izquierda la casucha -sí, casucha- al borde del camino.
A la derecha el campo abierto, con la luna a lo lejos.
El automóvil, que hasta hace poco parecía darme libertad,
es ahora una cosa en donde estoy encerrado,
que sólo puedo conducir si en ella estoy encerrado,
que sólo domino si me incluyo en ella y ella me incluye a mí.

A la izquierda, ya atrás, la casucha modesta, menos que modesta.
Allí la vida debe ser feliz, sólo porque no es la mía.
Si alguien me vio por la ventana soñará: ese sí que es feliz.
Para el niño que atisbaba detrás de los cristales de la ventana de arriba
tal vez yo haya quedado (con el automóvil prestado) como un sueño, como un hada real.
Para la muchacha que al oír el motor miró por la ventana de la cocina,
desde el piso de abajo,
tal vez yo fuese algo así como el principe que hay en todo corazón de muchacha,
y de reojo pegada al cristal me siguiese hasta la curva en que me perdí.

¿Dejo los sueños a mi espalda, o será el automóvil el que los deja?
¿Yo, conductor del automóvil, o el automóvil prestado que conduzco?

En la carretera de Sintra al luar, en la tristeza ante los campos y la noche,
mientras conduzco el Chevrolet prestado desconsoladamente
me pierdo en la carretera futura, me sumo en la distancia que alcanzo,
y en un deseo terrible, súbito, violento, inconcebible,
acelero...
Pero mi corazón quedó en el montón de piedras del que me desvié al verlo sin verlo,
junto a la puerta de la casucha,
mi corazón vacío,
mi corazón insatisfecho,
mi corazón más humano que yo, más exacto que la vida.

En la carretera de Sintra al filo de la medianoche, al luar, al volante,
en la carretera de Sintra, qué cansancio de la propia imaginación,
en la carretera de Sintra, cada vez más cerca de Sintra,
en la carretera de Sintra, cada vez menos cerca de mí...




Cuestiones
  1. Define “luar”
  2. ¿Es normal hablar de un viaje en coche a comienzo de siglo? ¿Cómo lo explicas?
  3. El poema es de Alvaro de Campos, uno de sus grandes heterónimos. ¿Recuerdas qué era  un heterónimo? ¿Qué biografía le otorga a Alvaro de Campos?
  4. En este heterónimo, siempre se habla de su “cualidad metafísica”  que toma como punto de partida algo cotidiano. ¿Dónde lo percibes aquí?
  5. También es habitual en él un fuerte pesimismo, unido a cierta nostalgia ¿En qué versos percibes esto? Coméntalos


Creación: relata  brevemente un viaje en coche donde la carretera sirva de pretexto para plantearse dudas existenciales y la posibiklidad de vivir otras vidas




martes, 7 de octubre de 2014


La fresca y fría brisa del amanecer acariciaba mi rostro, me encuentro desubicado, con un fuerte de dolor de cabeza y en medio de la nada.
Intento recordar qué es lo que ha pasado y por qué me encuentro en medio de una cuneta sin ninguna explicación.
Después de pensar e intentar recordar tengo la brillante idea de rebuscar en mis bolsillos en busca de alguna pista o respuesta. Minuciosamente rebusco y encuentro un mechero, mi móvil sin cobertura y un extraño papel con una cifra de números “023921”¿Qué significado tendrá?, ¿será una coordenada?, ¿ una dirección?,¿ un código?; Desesperado y aturdido por la situación me pongo en pie y emprendo el camino hasta la aparición de un coche en el que me pueda subir.
Por momentos siento como mi cuerpo cansado y angustiado se desvanece y con ello la evanescencia de mi perfume. Mis pies no aguantan más el peso y deciden descansar sobre una maleta rasgada y sucia que me encuentro por el camino...  
Siento cierta curiosidad por qué habrá dentro de la maleta,pero al intentar abrirla me encuentro con un candado de código, pienso que seis posibles dígitos serán los correctos y se me ocurre probar con los del papel. ¡ZAS! el candado se abre…
Dentro de él encuentro una pistola con una única bala y una nota que pone “ este es el fin del viaje, ya sabes lo que tienes que hacer James “
Todo me encaja, la situación me perturba, cojo aire y a continuación actúo.


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Carlota Helguera.

lunes, 6 de octubre de 2014


Relato de carretera

Conduzco hacia casa por las calles abarrotadas de gente. Personas por todas partes caminando con su familia y amigos, camino del trabajo, paseando a sus mascotas,... Parada en un semáforo me imagino cómo es la vida de esas personas cuando están en sus casas, si serán felices, si serán más felices que yo. También me gusta imaginar mi vida como me gustaría que fuese, y cómo sería si hubiese tomado otras decisiones. ¿Estaría ahora mismo aquí?¿Sería más feliz?¿O menos? No es la primera vez que me hago preguntas de este tipo. Lo pienso constantemente. Cuando estoy en casa y no tengo nada que hacer, cuando me voy a la cama y no puedo dormir o ahora mismo, aquí, parada en este semáforo. Pero hoy es distinto. Hoy no son simples pensamientos que cruzan mi cabeza para luego desaparecer entre la marea de gente que ocupa las calles.
La luz se pone en verde permitiéndome el paso y continúo mi camino. Bajo la ventanilla dejando que el aire entre y el viento me de en la cara y pongo la radio a todo volumen. Veo al otro lado de la calle un parque lleno de niños que se columpian, juegan al balón y montan en bicicleta, y eso me hace recordar el tiempo en que yo también era niña y la elección más importante que debía hacer era qué juguete quería, y mi única preocupación era llegar a casa a tiempo para poder ver mis dibujos preferidos. Pero ahora es distinto, porque hay más preocupaciones y las elecciones no son tan fáciles de tomar. Y pienso que quiero que todo vuelva a ser así, como al principio. Que ser feliz sea así de fácil.
A medida que me acerco a mi destino me doy cuenta de que no quiero llegar. El camino de va haciendo más corto mientras avanzo por la carretera y yo solo quiero que no se acabe, y seguir conduciendo, con el aire entrando por la ventana y la música de la radio sonando por encima del molesto ruido del motor. Otro semáforo en rojo y veo delante de mi un desvío. El camino de la derecha es el que lleva a casa, el de la izquierda lleva a otro sitio, no se a dónde. Comienzo a pensar de nuevo y me acuerdo de los niños del parque, y me acuerdo de la gente de la calle, y vuelvo a pensar en todas las decisiones que he tomado a lo largo de mi vida y que quizás no han sido las correctas. ¿Y si no hubiese hecho aquello?¿Y si hubiese tomado otro camino? Pasan los segundos mientras el semáforo sigue en rojo y me voy dando cuenta de que he tomado muchas decisiones equivocadas. El semáforo por fin se pone en verde y yo ya he decidido que las elecciones tomadas hasta el momento no han sido las correctas y que a partir de ahora tomaré aquellas que me hagan feliz y hagan que mi vida sea como yo la quiero. Acabo de hacer la primera.
He elegido en camino de la izquierda.

                                                             
                                                                                                                           Carlota de la Vega

RELATO DE CARRETERA:

-EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO.

Voy siempre por la misma y larga carretera sin arcén. Estoy perdida en un lugar sin fin, estoy cansada y solo quiero llegar a mi hogar. Doy vueltas buscando de mi destino algo que aprovechar. Y dejé pasar el tiempo de la juvenil sonrisa y aquí me encuentro, sin rumbo, contemplando el trayecto, viendo como pasa la vida. Luego ver como el paisaje cambia su color y solo querer ser montaña para quedar fija. Entonces dejé la vista perdida y decidí dejarme llevar, al fin y al cabo el destino no se puede encontrar. Y me sentí desdichada e inútil por quedarme sentada, inmóvil, fue una decisión cobarde el tirar la toalla, lo único que quería era dar marcha atrás. De repente oigo una voz: ''La solución no es retroceder ni huir de tu propio destino, este ya está escrito''. La brisa del viento me susurraba. Bajé la ventanilla para sentir mejor la frescura del viento sobre mi cara, agarré el volante firme, aceleré sin ningún control, me dejé guiar.

                                                              Noelia Suárez



Preguntas.

Sonaba ''Born to run'' cuando miré por la ventana y vi a un hombre en un coche viejo. Aparentaba más de treinta y menos de cuarenta y cinco. Pensé que quizá era feliz, dentro del coche, quiero decir, ¿de dónde vendría y a dónde irá para pasar por mi calle? Eso me hizo pensar que tal vez no fuese a ningún lugar porque de otra manera, ¿por qué pasaría por mi calle? Me resulta curioso pronunciar un posesivo para determinar algo que, en realidad, no es mío ni es de nadie. Es Estado dirá que las calles son de la ciudad o de él mismo, pero, ¿alguien le preguntó a la tierra si quería ser calle? ¿Alguien le preguntó quién era su patria? (Entendiendo por patria algo que no sea la nación).
Mis pensamientos se desviaban, ¿de qué? No lo sé. Sentía que me iba del tema pero aparentemente lo cierto es que no había tema, repito, aparentemente.
'Baby, we will born to run''. Había escuchado ese verso miles de veces en mi cabeza, en mi reproductor, en los grandes altavoces de conciertos, en bares, en la radio, en infinidad de sitios y en infinidad de volúmenes, pero esta vez ese verso me dio con una gran maza en la cabeza y algo cambió. O tal vez solo activó algo que ya estaba ahí y solo estaba escondido.
No pensé en nada, me limité a coger todos los discos que encontré, desde Roy Orbison a Bob Dylan pasando por Héroes del Silencio.
Eran cajas y cajas llenas de discos, concretamente unos ciento ochenta.
Nunca me gustó demasiado conducir, por primera vez sentía gratitud al ponerme al volante. ''Me fui para no volver, a sabiendas de que volvería.''
El primer disco que puse fue Rubber Soul de The Beatles, irónico, ¿verdad?
Aceleré como si llegara tarde a un sitio al que ni siquiera sé cuál es y si existe de verdad. De modo contradictorio, las carreteras nunca me disgustaron y menos con música de fondo.
''¿Adónde estoy yendo?'' pregunté a la nada como si me fuese a responder. Tuve que responderme a mí mismo a pesar de que el silencio apareciese y, en cierto modo, me respondiera. Pues esa era la respuesta. Silencio. ¿Para qué preguntar algo de lo que no se sabe la respuesta?
Todo aquello era extraño, quiero decir, la música fundida con el sonido de las ruedas sobre el asfalto durante tanto tiempo y sin saber a dónde ir. He de reconocer que pensé en dar media vuelta pero, ¿para qué? ¿Para qué volver? ¿Qué hay atrás que no pueda haber delante? Seguí y seguí, a mi alrededor no había nada, ni un alma, si exceptuamos que la música es vida y nos da la vida.
Mi mente empezó a divagar, los pensamientos se sucedían de forma completamente aleatoria. Venían a mí recuerdos que supuestamente había olvidado. ¿Se pueden olvidar los recuerdos? ¿Para qué queremos olvidarlos si no podemos?
Tomé la primera salida que vi y me pregunté qué habría tras la otra, por la que no había ido. Quise dar la vuelta pero no pude. Ambas me atraían pero la segunda salida ya no era la misma porque yo ya había cruzado la primera. No es la misma carretera. No es la misma salida. No es la misma. No es el mismo coche, no soy yo. Yo no soy yo. Yo nunca fui yo. En ese viaje no. O tal vez sí, tal vez solo en ese viaje logré saber quién era yo. O tal vez no. No lo sé, solo sé que al volver a casa no volví a mirar las cosas de la misma forma. No disfruto de las elecciones, de mis decisiones. Ahora me pregunto qué hubiera pasado si hubiese escogido la otra opción. Disfruto preguntándome qué hubiera pasado si. Pero qué más da cómo disfrute si disfruto.

LA DECISIÓN DE MI VIDA

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Esta vez me toca a mi decidir, y es una decisión muy importante para mi, porque me cambiaría la vida por completo. Después de pensar muchísimo, finalmente decidí irme, irme a un lugar totalmente diferente en el que no conozco nada ni a nadie, bueno sólo a mis padres, aunque llevo años sin verles, recuerdo que la última vez que los ví tenía  5 años, y ahora tengo 18, en conclusión, quiero decir que tengo pocos recuerdos de ellos. Después de tantas despedidas, mi vida ha vuelto a empezar de nuevo, con la duda de cuando volver a mi vida anterior ¿Nos volveremos a ver? Nadie sabe nada, el tiempo lo dirá.  

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Por el camino, veo cómo desaparecen  los paisajes conocidos y cómo viajo a un lugar nuevo. El avión despega y ya no hay marcha atrás, digo adiós a todo lo vivido. Reflexiono, todo es nuevo, y aunque todo el mundo es diferente me gusta. Desde aquí veo por primera vez el mar; podría acostumbrarme a esto. Al fin y al cabo, es mi decisión y decido disfrutarlo. La vida es como un libro, sea divertido o no, largo o corto, todo dependerá de lo que yo decida.

19 comentarios:

  1. Lana Del Rey- Ride

    https://www.youtube.com/watch?v=JTELbFzlyHw

    Tanto al principio como al final del vídeo hace una reflexión sobre su vida, ya que ha pesar de que tiene fama, dinero y éxito, nada le llena tanto como conducir y sentirse libre.

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  2. Canción : "Thunder road"-Bruce Springsteen.
    Película : "Little Miss Sunshine".Gracias a un golpe de suerte Olive Hoover (Abigail Breslin) y su familia tendrán que hacer un viaje a California, para que la jovencita de la familia se presente a un concurso de bellezas infantil con el nombre de "Little Miss Sunshine". Pero no todo parece tan fácil como se explica, la familia de Olive es muy peculiar: su padre es un fracasado que aspira a triunfador, su tío acaba de fallar en un intento de suicidio, su madre no soporta ver como su familia se va al garete, su abuelo esnifa heroína y su hermano ha hecho voto de silencio.
    La cinta relata una historia de lo más emotiva sobre el viaje de una familia hacia un concurso de belleza infantil, donde podrán compartir más tiempo juntos y conocerse mucho mejor, ya que la familia se muestra como una panda de desconocidos, tan solo comparten un techo donde vivir, nada más.

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  3. Película: Cerdos salvajes.

    Cuatro amigos de mediana edad (Travolta, Allen, Lawrence y H. Macy), entusiastas de las motos, deciden huir de la rutina de la gran ciudad y emprender un viaje liberador recorriendo Estados Unidos en sus motos.

    https://www.youtube.com/watch?v=HUHKB5UZHI8

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  5. Joaquín Sabina - Pisa el acelerador

    https://www.youtube.com/watch?v=QyxFgIeID-Q

    Dentro de algún tiempo estarás acabada
    Metida en tu casa, haciendo la colada,
    Nadie te dirá "muñeca ven conmigo"
    Dónde iras cuando no tengas un amigo,
    Tarde ya comprenderás por qué te digo:
    Pisa el acelerador... gasta las ruedas
    Pisa el acelerador... hasta que puedas
    Pisa el acelerador... siéntete viva
    Pisa el acelerador... no estés cautiva
    Mientras tenga gasolina tu motor
    Pisa el acelerador...
    Desconfía de quien te diga "ten cuidado"
    Sólo busca que no escapes de su lado,
    Antes de que te aniquilen sus reproches
    Déjalo que duerma y a la media noche
    Sal por la ventana, pon en marcha el coche y
    Pisa el acelerador... es estupendo
    Pisa el acelerador... salir corriendo
    Pisa el acelerador... sal disparada
    Pisa el acelerador... de madrugada
    Pasa de mirar por el retrovisor
    Y pisa el acelerador.
    Cuando la ceremonia de vivir se te empiece a repetir,
    Si en la película de ser mujer estás harta de tu papel,
    Pisa el acelerador... márchate lejos
    Pisa el acelerador... es mi consejo.

    Habla de los tantos casos de mujer atada que hay hoy en día, y le incita a soltarse, a vivir su vida, a romper las reglas. Y así es como deberían de vivir la vida siempre todas aquellas mujeres que por desgracia, estén experimentando esto. Les aconseja que se levanten de una vez, que vida sólo hay una, que miren por ellas, que empiecen a disfrutar de una vez verdaderamente, ''pisando el acelerador''.

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  6. Película: "Arcadia"
    Greta tiene 12 años y, a esa edad, llama las puertas de la pubertad. Su padre, Tom, ha decidido mudarse a California y se embarca, con ella y sus hermanos, en un viaje por carretera de casi 3.000 kilómetros hasta alcanzar Arcadia, la tierra prometida, en la que tendrán una casa con piscina y, a juicio de Tom, una vida mucho mejor. Sin embargo Greta, introvertida e inseparable de su conejo de peluche, echa de menos a su madre, que se encontrará con ellos al final del viaje, y no tiene muy claro cómo sentirse a propósito de la mudanza. Ganadora del Oso de Cristal de la sección Generaciones del Festival de Cine de Berlín, Arcadia propone una reflexión sobre si pertenecemos a un lugar o a la gente que nos acompaña, estemos donde estemos.

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  7. Canción: Walk in the sun - McFly
    En esta canción el cantante habla de sus pensamientos durante un largo camino. Ya sean pensamientos sobre su vida o del mundo en general. El caminar es una metáfora para referirse a todo lo bueno y lo malo de la vida.

    "Such a long, long way to go
    Where I'm going I don't know
    I'm just following the road
    For a walk in the sun"

    (http://youtu.be/90-AmjW5Ft8)

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  8. Destino Madrid.

    Quinientos treinta y cinco kilómetros y toda la noche por delante.
    Todos duermen, mientras que yo, me pongo los cascos y le doy al botón de aleatorio.
    Una canción tras otra sin causar ningún efecto en mi. Con la mirada perdida en el cristal y la música de fondo, hasta que suena aquella vieja canción...
    Aquella que siempre me hace recordar, aquella que primero me hacía sonreír, luego llorar y ahora tan solo me produce nostalgia.
    Cierro los ojos. Aún puedo verte. Tan cerca y tan lejos.
    Y un estruendo de preguntas en mi cabeza.

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  9. -Pensamientos-
    Poco a poco iba desplazándome en mi skate con la música puesta en mis oídos. En ese momento estaba sonando “november rain” cuando de repente a mi alrededor todo era de color gris. Me iba imaginando las conversaciones de parejas mientras “supuestamente” discutían, niños que se peleaban por un simple cromo, otros enloquecían con un titular de un periódico… observo como este mundo va cayendo en picado ya que nadie está conforme con su alrededor.
    Sigo desplazandome por la carretera de las ramblas de Barcelona, rodeada de coches de alta gama e incluso Harleys-Davidson con ese motor tan abrumador que deja sordo a cualquiera.
    Segundo tras segundo, minuto tras minuto... el día pasa paulatinamente.
    Mis pensamientos van y vienen mientras algunas veces se detienen y se preguntan : ¿Por qué esta vida es tan injusta?
    ¿Por qué tengo la sensación de que nunca avanzo, de que este skate me lleva de un sitio para otro, pero en realidad mis pies están pegados al suelo?
    ¿Por qué tengo la sensación de estar en una cinta transportadora de un sitio a otro mientras la gente pasa a mi alrededor mirándome de arriba a abajo y sin darse cuenta del dolor que siento?
    ¿Qué soy?
    Una chica de 18 años con demasiado sueños fallidos a mis espaldas…

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  11. El sonido de la ira.

    Un portazo acompañó mi salida de aquel lugar. La rabia me invadía. El deseo de salir corriendo se apoderó rápidamente de mí. Me coloqué mi casco y me subí a la moto. El barullo de la cuidad me molestaba. Lo único que yo necesitaba y anhelaba era un poco de paz. De tranquilidad. El silencio de el bosque en el que me adentraba era la perfecta banda sonora que se unía a los coros de las hojas moviéndose a mi paso.El motor rugía, y la velocidad aumentaba. El viento trataba de despegarme de mi prolongación, mi moto. Dentro de mi casco, los dientes apretaban mi ya enrojecido labio. El vaivén delas curvas me relajaba. Derecha, Izquierda, Derecha... Sólo una serpenteada carretera conseguía evadirme. Y así, todo volvía a la calma.

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  12. El no viaje de la vida.

    Voy a contaros por qué no voy a viajar más. Pasados mis 80 años , medio mundo conocido y tan diferente ,que parece casi imposible que todas las personas descendamos de los monos, pensaréis que todavía quedan muchos monos y no hablo exactamente de la raza animal sino de los que por desgracia mandan, bueno , aquí continúa mi viaje. Todo empezó cuando ya tenía uso de razón , me dejaba influenciar por todas las cosas que los mayores me contaban , pero claro, mas que me contaban me ocultaban y este viaje es un viaje de la vida basado en decepciones. Vas creciendo, te vas dando cuenta de que todo lo que tienes alrededor por desgracia casi nada te agrada . La vida es el viaje más duro que harás , no todo es felicidad , pero cada vez que te caes te vas a tener que levantar , y yo pasé por todo lo que la vida te da.

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  13. Camino por el arcén intentando no pensar en nada. Nunca se me ha dado bien dejar la mente en blanco. Me pongo los auriculares y pulso el aleatorio para no condicionar más mi estado de ánimo. Siempre se dice que cuando estamos tristes escuchamos música que nos pone aún más tristes. “A Letter”, como casi siempre me hace pensar en todo lo que he hecho mal en este último año. Siempre digo que sí, que lo intento, que voy a cambiar. Pero…¿lo hago?
    Conozco esta carretera desde siempre, de pequeña caminaba por la línea como haciendo equilibrios y ahora parece que las piernas no me dan para más. Estoy cansada, pero sigo caminando. Camino, camino y pienso en todo lo que daría por no ser yo ahora mismo,o por volver atrás y no empezar la conversación que lo destruyó todo. Porque el problema siempre he sido yo, mi forma de ser me ha convertido en una especie de rey Midas que todo lo que toca lo vuelve triste. Casa triste, amigos tristes, vida triste.
    Quizá sólo necesite irme lejos y empezar de cero. Casa nueva, amigos nuevos, vida nueva. Un nuevo empezar y una nueva yo que ir construyendo a partir de fragmentos antiguos. A pesar de todo, no quiero perderme completamente.

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  14. No me daba cuenta de que la presencia de las hojas inundaba las aceras. Llevaba ya tres semanas a cuestas de este trasto a dos ruedas y había visto el cambio de estación en más lugares de los que nunca me hubiera podido imaginar.
    A veces pienso en esos hombres solitarios, los que reyes de su casa perdieron todo por quererlo demasiado. Ahora se encuentran quién sabe dónde haciendo quién sabe qué.
    Y es que la vida siempre nos tiene algo preparado que nos descoloca ante cualquier expectativa que nos hayamos creado. Estoy seguro de que ninguno de ellos se imaginaba terminar acurrucado a la intemperie día y noche dos calles más allá del que hogar llamaban.
    Temo ser el siguiente en la lista de la vida y antes de que me pase lo mismo prefiero huir, alejarme de ella antes de que me lo quite todo.
    Pero los días se van haciendo más cortos y las noches cada vez más frías, el otoño está en su cumbre y yo recorro mundo lo más rápido y lejos que mi cuerpo y medios me permitan.
    Estaré actuando como un cobarde, pero a los ojos de mi querida soy un trotamundos.

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  15. El viento acaricia mi cara y una sensación de angustia recorre mi cuerpo. Ya no sé qué hacer. Solo quiero escapar de aquí; huir de todo, de todos…Camino por la calle, la cual está llena de gente. ¿A dónde irán? ¿Con qué propósito? Continuo caminando y llego hasta el sitio donde todo cambió… Todo sigue igual en este lugar, como si el tiempo no hubiera pasado, pero conmigo no ha sido así: mi mundo ha cambiado radicalmente en muy poco tiempo. ¿Qué me ha pasado? Yo no era así… Dicen que el tiempo lo cura todo, pero no me lo creo. Daría lo que fuera por ser volver a ser la de antes… ¿En qué me he convertido? Yo solo era una chica con ilusiones y sueños por cumplir. Ahora ya no soy nada, soy todo en lo que nunca pensé que me convertiría...

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  16. El sueño del avión

    En el avión me dirijo hacia una nueva aventura sin saber lo que me puede deparar el futuro, ni siquiera se si va a llegar el avión a su destino. Voy en ese pájaro volador, fijandome en esas enormes alas y volando por encima de las nubes donde ahí sí que siempre sale el sol.
    Un lugar tranquilo y apetecible, para relajarte y desconectar del mundo, ni el mejor sitio te lo puedes imaginarte para quedarse.
    Pájaro gigante y formidable envuelto en llamas se desliza en dirección tierra como si no hubiera fin. Tras aterrizar vuelve la verdadera crueldad de la vida en la Tierra y aquellos sueños en el cielo se esfumaron en un abrir y cerrar de ojos.

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  17. Sentía como el viento chocaba een mi casco a medida que iba avanzando por aquella carretera que desconocía, no se por donde voy ni a donde quiero ir, solo se que necesito desconectarde esto que llaman vida.
    Seguia mi camino y poco a poco, cuando pasaba a aquellos cohes en los cuales iban familias felices, yo me preguntaba donde habia quedado todo aquello que ya no tenia.
    Normalmente el conducir me relaja, pero desde luego hoy no era mi dia, o mas bien, esta no era mi semana.
    Con cada coche que pasaba por mi lado, me imaginaba lo que sería formar parte de esa familia o grupo de amigos que alli viajaban y no ser esta persona que conduce una moto sin badre por que, no ser esta persona que no sabe ni quien soy, ni que es lo que debo hacer en esta vida.

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  18. Te levantas a las siete de la mañana, habiendo dormido no más de 2 horas. Es domingo. Lo primero que haces es tomarte una aspirina, estragos de una larga noche de sábado. No te molestas en ir hacia la cocina pues cualquier cosa que tomes no durará más de 10 minutos en el estómago. Te diriges hacia el armario para elegir la ropa que llevarás hoy, en la batalla. Un polo Fred Perry y una chaqueta Stone Island es la mejor elección. Te pones unos vaqueros cualquiera y las mejor Adidas “Hamburg” que tienes. Por último vas a escoger el objeto más preciado que tienes en tu cuarto, una bufanda de lana de más de 20 años heredara por tu abuelo. Y como no, rojiblanca. Te dispones a coger un bus con otros 50 tíos que consideras hermanos para afrontar un partido que sin ser de Champions, sin ser el mas trascendental, para ti es como si te jugaras la vida. Sales de casa camino de Begoña para coger el bus, junto con tus otros 50 hermanos. Y el partido comienza YA.
    Ya en el bus la concentración es total, hay un silencio sepulcral. El viaje se hace eterno, solo quieres llegar a la ciudad rival, a territorio comanche. No llevamos más de 2 horas dentro de esa cárcel de metal móvil y los ánimos están a flor de piel. De todos es sabido que puede ser un viaje sin retorno. De esto se percata el conductor que para intentar alentar a los chavales pone la radio, en la que por desgracia la primera pieza musical que se escucha es “Tocado y hundido” de Melendi. Carbayón. Como no, el conductor quita rápidamente la canción ante la crispación de la gente. Parece una broma de mal gusto. Recién pasado el Negrón nos comunican que no se hará la habitual parada de rigor por orden, como no, de la policía. Mejor. Cuantas menos distracciones haya, antes llegaremos al objetivo. El resto del viaje transcurre sin más sobresaltos hasta que después de unos cientos de kilómetros por fin se ve la ciudad, el objetivo, el campo de batalla. Pucela. En ese mismo instante todos los integrantes de la tripulación nos ponemos alerta. Ya no hay marcha atrás.
    El autobús nos deja en la estación y decidimos separarnos en pequeños grupúsculos de no más de 15 para no llamar la atención. El enemigo puede aparecer en cualquier esquina sin previo aviso. Van pasando los minutos y nos vamos adentrando en la ciudad a sabiendas que estamos lejos de nuestro territorio. De repente suena un teléfono, nos avisan que se ha visto al rival unas manzanas más arriba. Decidimos quedar todos e ir a por ellos. Están en un a plaza con una sola salida, perfecto para atacar. Una vez vislumbrando la plaza empezamos a gritar y a cantar, no somos de “sorprender” al rival. Ellos están bien armados con bates, nunchakus, navajas… pero nosotros no nos quedamos atrás. Empiezan a volar mesas, sillas y debido a nuestra superioridad conseguimos acorralarlos en un bar de la plaza. Cuando su derrota ya era patente y algunos de los suyos decidieron correr se empiezan a oír sirenas de lecheras. La batalla toca a su fin y nos alzamos vencedores. Echamos a volar lejos del lugar de los hechos.
    El resto del día pasa sin sobresaltos, nos emborrachamos (más aún), vemos el partido (horrible, aunque poco importaba ya) y nos vamos después de una larga jornada a nuestra casa, nuestro territorio, nuestro paraíso. Es el fin de nuestro viaje. Uno más de tantos. En esto se resume nuestra vida, esto es para lo que vivimos.
    Edgar Labra

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  19. Bombón, colorido que controla los latidos de mi corazón. Pajarito que me canta los buenos días, arbolcito que me da el oxígeno que mis pulmones respiran, sol y luna, agua y vida. Besos furtivos a escondidas que provocan adrenalina, yo tu caramelo pasión, tú mi manzana prohibida. Que Dios ponga una alfombra roja, que eres un ángel y debe ser sagrado el suelo por el cual caminas.

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