martes, 21 de abril de 2015

HAMSTER (SER O NO SER) de Jorge Alonso

Artículo publicado en El Comercio por Jorge Alonso:
El viernes pasado pinché en cierto activo local gijonés. Concretamente el Toma 3. Cuando se lo comenté a algún amigo cierta palabrita salió a relucir, si, esa, ya sabe: “Hypster”. O como dice la adorable Paula, Hamster. Ese mismo día otro amigo, de la diáspora asturiana en Madrid, se lió con eso de ser mainstream, o comercial, y cool, o guay, y con el dichoso término, hypster, que viene de la contracultura norteamericana, y por supuesto del conocido documental Hype! (Doug Pray, 1996) que recoge el ascenso del rock alternativo de Seattle hasta la explosión de Nirvana, Pearl Jam, Screaming Trees o Soundgarden. Ahora el término se ha ampliado, incluso es objeto de sesudos, y no tan sesudos, debates socioculturales.
Las etiquetas. A ver, que como broma está bien, anda hypster, quita hypster, vaya barba hypster, pero más allá de la broma, más allá de pertenecer de un modo militante a una tribu por razones antropológicas, servidor no entiende las tendencias talibanes, que las hay.
Ojala me gustara todo aquello que no me gusta, o no me gusta mucho, ojala disfrutara con las baladas edulcoradas de Pablo Alborán, con la mezcla principales de Alejandro Sanz, el gracejo de Tomasito o las sombritas de Grey, nada me liberaría más que bailar bachata, merengue o ballenato como si no hubiera un mañana, me encantaría disfrutar con los libros de títulos chiripitifláuticos de Albert Espinosa. Sería más feliz, porque todo suma, nada resta. Pero desgraciadamente no es así, qué le vamos a hacer. Eso sí, este fin de semana lo mismo me paso por Petit Pop (merecería la pena tener descendencia sólo por su música), que por Blues & Decker, o FMM o Silvidos y Gemidos, así que la cosa no va mal. Y en verdad os digo que ahora mismo no hay nadie, nadie, nadie, que no se descoyunte cuando suena “Mi gran noche”. De Raphael, ser o no ser.

No hay comentarios:

Publicar un comentario