lunes, 23 de febrero de 2015

Análisis de Otra vuelta de tuerca

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El título de la obra
  • La tuerca, junto con el tornillo, sirve para ajustar dos partes mediante el sistema de rosca, hasta un punto deseado. Pero siempre es posible un giro, una rosca más, hasta que se llegue al tope final, al límite.
  • La expresión otra vuelta de tuerca es un giro popular y literario para designar esa situación en la que se agrega algo novedoso a lo visto hasta entonces; que se apura un poco más lo que había; que se presiona un grado más a alguien.
  • El título puede aludir al hecho de que, a medida que se profundiza, o se dan vueltas al texto, la narración podría tener varias interpretaciones: cada lector tiene la puerta abierta para dar siempre una vuelta de tuerca más, distinta a las anteriores, distinta a la de otros lectores.
  • Y el asunto se seguirá ajustando en cada lectura: como se ajustan todas las tuercas, ahora recordadas a modo de símbolo...
1. Resumen
Una institutriz (sin nombre identificado en toda la obra) va a cuidar a dos niños a una vieja mansión. Estos niños viven viven traumatizados por el pasado turbulento entre sus dos instructores anteriores: la señorita Jessel y Peter Quint, ayudante del tío de los pequeños. La muerte de Jessel dejó en ellos una huella imborrable. Cuando llega la nueva institutriz, comienza a percibir las apariciones de los fantasmas de Jessel y Peter Quint.
2. Literatura fantástica, terror, miedo...
  • La relación posible entre los muertos y los vivos es un tema muy antiguo en la historia de la humanidad, de donde tantas leyendas orales y relatos escritos: en ciertas épocas más que en otras, se suponía que el mundo está plagado espíritus y fantasmas, seres de otro tiempo y otro mundo que, de vez en cuando, se ponen en contacto con algunos de los vivos
  • Henry James logra esta obra clave en la historia de la literatura fantástica: la novedad reside en que ahora se trata de dos niños los que protagonizan esa relación con los fantasmas, acompañados por una instutriz que intenta protegerlos de esa influencia de los muertos
  • Las apariciones. La Institutriz, protagonista de la historia, es la que comienza a percibir las apariciones de los fantasmas de su predecesora muerta, y del criado.
  • La novela de terror. La obra podría clasificarse entre la novela y el cuento de terror fantástico, sicológico..., muy vigente en la época victoriana (2ª mitad del s. XIX).
  • El sicoanálisis. A finales del s. XIX surge la figura de Sigmund Freud, máximo representante de toda una corriente sicoanalítica que llegó hasta la segunda mitad del s. XX.
  • El miedo. El objetivo de esta corriente literaria del terror sería cultivar el miedo en el lector, al tiempo que estimular las emociones que de él se derivan: el mundo de lo paranormal, las mitologías...; en definitiva, los elementos malignos sobrenaturales en la vida diaria de los personajes
  • La muerte aparece desde el principio: primero, cuando se dice que el manuscrito es de la Institutriz, que ya lleva veinte años muerta (p. 3); o cuando se dice que Douglas, ya muerto también, fue quien transmitió ese manuscrito; Grose también afirma que el jardinero Quint está ya muerto, lo mismo que la antigua institutriz Jessel; y los niños están huérfanos. De modo que la muerte está en toda la acción desde el comienzo.
3. Interpretaciones posibles de la obra:
En realidad, en la lectura de la obra predominan tres elementos:
  • ambigüedad: desde el principio al final, ya ni aparece el nombre personal de la institutriz, parece ella misma ya un fantasma, un ser incorpóreo, sin existencia real; por otra parte, la historia contada parece abierta lo mismo a pensar que existen los fantasmas de los que se habla, que a pensar que sólo son producto de la imaginación de la mujer.
  • punto de vista: hay un cambio de la narración en tercera persona (Douglas), a la primera persona (la Institutriz).
  • profundidad sicológica de los personajes: la Instituriz, el ama de llaves, la anterior institutriz..., van apareciendo en distintos momentos con sucesivas características sicológicas complejas..
En consecuencia, la interpretación puede variar de unos lectores a otros.
  1. Supuesto de que los fantasmas existan. A través de la protagonista (sin nombre), y en el contexto histórico, social, literario de la época (s. XIX) da la impresión de que los fantasmas existen dentro y fuera de ella: ve las apariciones como reales y cree que el resto de los personajes las ven también, pero lo disimulan, y quieren convencerla a ella de que no ven nada.
  2. Supuesto de que los fantasmas no existen. Para lectores posteriores, y en el contexto de las sucesivas corrientes literarias, sicológicas..., la lectura sería otra: se puede suponer también que los fantasmas sólo existen dentro de la cabeza de la institutriz: sólo un producto de la imaginación de la mujer. Ella supone de forma equivocada que los niños los ven también, pero no quieren demostrarlo. Como los niños no ven nada, al final resulta que sólo la institutriz sufre las perturbaciones. Se demuestra esta actitud con varias razones:
    •  ella (la Institutriz) ya tenía perturbaciones antes de llegar a la mansión de Bly.
    •  ella ya se había impresionado mucho con el tío de los niños, que en ningún momento se deja ver siquiera, nunca contacta con él. Esto la frustró mucho.
    •  ella siempre está preocupada por llevarse bien con las otras personas de la casa.
    • ella recibe una carta del director para el patrón, con la expulsión del niño (Miles), pero éste se la devuelve y le dice que no le pida ayuda alguna.
    • ella parece que en ocasiones desearía una intimidad mayor con el patrón.
Al final de la lectura, quedan en el ambiente unas preguntas:
  • ¿Dónde está el mal? ¿En la protagonista, en el director, en los niños, en los otros habitantes de la casa, en los ya desaparecidos?
  • ¿A quíen creer: a la Instiutriz, a Grose, a los niños?
4. Interpretación sicológica de su obra
Con la lectura de la obra, las versiones cinematográficas, las críticas literarias, da la impresión de que se trata de una visión marcada por el experimento sicológico: el contraste de unos niños que vivían felices a su modo, hasta que llegó la Institutriz, con la vida que se les vuelve traumática, cuando ella complica su existencia con sus obsesiones del pasado; los convence de que están poseídos por sus tutores anteriores, hasta que la niña acaba histérica y el niño, muerto. De no haber llegado la Institutriz al castillo, los derroteros de sus vidas hubieran sido muy distintos.
Todo parece arrancar de la posible represión, frustración amorosa, sexual, de la institutriz soltera que se encuentra, además, con la aventura de los dos amantes muertos, relacionados por ella con las vidas de los niños. En realidad, se diría que late el contraste entre la interpretación freudiana y la crítica a esta interpretación por parte del autor. La Institutriz está obsesionada con las causas sexuales que los amantes hubieran podido transmitir a los dos niños inocentes. Y así sólo consigue que los dos terminen traumatizados, destrozados.
La perspectiva del autor, se diría que es la contraria: no indagar en los posibles traumas precedentes, pues sólo van a conseguir poner las situaciones peor: la frustración sexual de la protagonista queda simbolizada al final de la obra, cuando poco a poco se va plasmando en sus relaciones con el niño. Pero que no realizó a ninguno de los dos. Se podría concluir que es una crítica a la teoría freudiana en los tiempos de su expansión incipiente.
Las teorías actuales, muy lejos de las freudianas ya, confirmarían la lectura: los conflictos no se solucionan con la vista puesta en el pasado negativo (traumatizante), sino en el presente positivo y con futuro; es decir, la nueva perspectiva para salir del conflicto se apoya en los puntos fuertes, no en los puntos débiles; en las fortalezas, no en las debilidades ni en las flaquezas. El final de la obra sería el desenlace esperado de la perspectiva freudiana: de ahí la crítica novedosa a esta teoría, ya a finales del s. XIX. Valor doblado.
5. Personajes.
  • La Institutriz. Es la protagonista principal que va narrando la acción del texto. Es la persona contratada para cuidar a los niños, pero no aparece el nombre en toda la obra. Se va mostrando como una mujer puritana, reprimida, enamorada platónicamente del rico protector, tío de los niños Miles y Flora, pero está llena de miedos, recelos, prejuicios...
  • Miles. Es el niño (10 años) que fue expulsado del colegio porque contaba historias de terror a los compañeros, y de ello tuvieron noticia los profesores.
  • Flora. Es la hermana de Miles (6 años), que aún no va al colegio.
  • La señorita Jessel. Es la institutriz anterior, ya fallecida, muy querida por Flora.
  • La señora Grose. Ama de llaves de la casa, amiga y cómplice de la institutriz. Es racional y sencilla, sin imaginación ni malicia. Ella ve en el fantasma de la Institutriz a Peter Quint, el antiguo criado del dueño, contre elq ue tiene prejuicios por su antigua relación con la señorita Jessel, ahora en apariciones también.
  • Quint. El jardinero, presunto amante de Jessel, chófer ya fallecido, y ayudante personal del señor, enviado al campo por supuestos problemas de salud.
  • Douglas. El hombre que recibió el manuscrito de la Institutriz, con sus narraciones en primera persona.
6. Los supuestos fantasmas
En realidad, no son exactamente fantasmas en el referente tradicional por varias razones:
  • Sólo son alucinaciones de la Institutriz, que no tienen más objetivo que dominar a los niños; por esto, ella los somete a una vigilancia rigurosa, agobiante, de forma que no lo consigan. Incluso llega a pensar en su obsesión que los niños, no sólo ven a los fantasmas, sino que están de acuerdo con ellos.
  • Se aparecen en forma corporal, individual, como personas de la vida cotidiana
  • Reaccionan como si estuvieran vivos: mirada penetrante, se alejan lentamente, buscan con la mirada a los niños de la casa.. .
7. Estilo narrativo
  • Discurso narrativo y descriptivo. El estilo de Henry James fue cambiando de una mayor sencillez y claridad a una complejidad creciente con el tiempo; por ejemplo, está marcado por oraciones más bien largas y digresivas, que van posponiendo el verbo para el final de la frase, lo que hace una prosa lenta y pesada a veces.
  • Estilo conversacional. En la lectura de sus obras más tardías da la impresión de que se trata de conversaciones lentas, pausadas, muy explicativas, que se corresponden con la época en que tenía un amanuense, y él le dictaba el texto. La prosa se vuelve así barroca y recargada, demasiado lenta a veces..
  • El relato autobiográfico. Supone la forma sicoanalítica más adecuada para profundizar en la evolución sicológica de la protagonista: al contar ella misma lo que le sucede, el lector va deduciendo su mundo interior, pensamientos, frustraciones, temores... De ahí la complejidad correspondiente
  • Narrador-protagonista. La Insitutriz aparece como objetiva en su crónica de los hechos que ocurren en la casona de Bly .
  • La tercera persona. Aparece también al principio de la obra.
8. Crítica de la obra
  • Se diría que el autor pretende hacer una dura crítica a la sociedad victoriana de Inglaterra, llena de hipocresías y tabúes
  • Se vuelve cierto lo que parece imposible, y se hace posible lo increíble
  • La ambigüedad es la clave de toda la lectura de la obra.
  • No es, por tanto, un relato para niños: no es una obra infantil, como a veces se clasifica. Es el mundo complejo de los niños: Miles y Flora, que son buenos, angelicales, ocultan los fantasmas a la gente mayor, porque los aceptan: primero, los disimulan; y, luego, cuando se les pregunta, niegan haberlos visto.
9. Adaptaciones al cine.
  • The inocents, de Jack Clayton (muy intersante, y próxima al texto de la novela, aclara muchas intrigas de la lectura; buen sonido, imagen muy nítida, interpretaciones bien caracterizadas en relación con el objetivo del autor de la novela...).
  • Otra vuelta de tuerca, de Dimitrio Salas (1981).
  • Otra vuelta de tuerca, de Eloy de la Iglesia (1985).
10. Influencias en otras manifestaciones culturales hasta la actualidad
  • Película de Alejandro Amenábar, Los otros.
  • Historias para no dormir, de Narciso Ibáñez Serrador.
  • Últimos juegos prohibidos, de Michael Winner.
  • El libro de piedra, de Carlos Enrique Taboada.

1 comentario:

  1. hola una pregunta, la relación de la institutriz con los fantasmas, como es?

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