miércoles, 18 de mayo de 2016

4.3 La huella de Kafka

…………4.3Tema PAU La huella de Kafka en la literatura: la literatura del absurdo

A través de la visión de Kafka, nuestro mundo común se revela en lo que tiene de absurdo a la vez que en lo que tiene de excesivamente organizado, pues Kafka lo describe todo con pleno realismo, tal como solemos encontrarlo en la cotidianidad más vulgar, pero, a la vez, como vivido en un sueño donde ocurren las cosas más tremendas, las que ni siquiera llegábamos a formular. Esa extrañeza la analiza muy bien nuestro escritor español más kafkiano, Enrique Vila-Matas en un articulo titulado “Kafka en el tranvía”. Señala que en su primer libro Contemplación, (1912) Kafka ya expresa la inseguridad y el absurdo:“Estoy en la plataforma de un tranvía y me siento totalmente inseguro con respecto a la posición que ocupo en este mundo, en esta ciudad, en el seno de mi familia”; o como dice Vila-Matas, la sensación juvenil de la “extraña plataforma de la vida”. Esa extrañeza es un rasgo capital del absurdo y fue Kafka el primero que le dio carta de autenticidad en el siglo XX. Siguiendo su estela, buena parte de las corrientes literarias del siglo siguen su huella, hasta hoy.
Señalamos en primer lugar la llamada “literatura del absurdo”, representada en esencia por el teatro de Samuel Beckett (1906-1989) Esperando a Godot (1952)es su obra maestra en opinión de la mayoría de los críticos. Gran parte de su producción posterior a 1945 fue escrita en francés. Una de sus últimas obras es Compañía (1980), donde resume su actitud de explorar lo inexplorable. Tanto en sus novelas como en sus obras, Beckett centró su atención en la angustia indisociable de la condición humana, que en última instancia redujo al yo solitario o a la nada. Asimismo experimentó con el lenguaje hasta dejar tan sólo su esqueleto, lo que originó una prosa austera y disciplinada, sazonada de un humor corrosivo y alegrada con el uso de la jerga y la chanza.
Otros dramaturgos del absurdo son el francés Ionesco y Alfred Jarry También el existencialismo (en especial el francés) tiene muy en cuenta a Kafka, caso de Sartre y Camus. Sartre definió el movimiento en una famosa frase “La vida es una pasión inútil” Camus fue ensayista y dramaturgo francés, considerado uno de los escritores más importantes posteriores a 1945. Su obra, caracterizada por un estilo vigoroso y conciso, refleja la filosofía del absurdo, la sensación de alienación y desencanto junto a la afirmación de las cualidades positivas de la dignidad y la fraternidad humana. El extranjero (1942) narra un fragmento de la vida de Mersault, incapaz de arraigarse a nadie ni nada (ni siquiera lo altera la muerte de su madre en las primeras páginas) En su redacción tuvo muy en cuenta La metamorfosis, incluso a nivel argumental.
Otra tendencia literaria que debe mucho a Kafka es el llamado Boom hispanoamericano, también conocido como “realismo mágico”, con autores como García Márquez, Cortázar o Vargas Llosa. Márquez declaró en varias ocasiones que fue la lectura fascinada del comienzo de La metamorfosis la que lo llevó a ser escritor. Cortázar aplica el absurdo a la gran ciudad (París, en especial) en espacios como el metro, el Botánico.. donde el juego le resta tragedia al sinsentido (un hombre mira a un ajolote y se convierte en pez, en el metro desaparece un cuerpo por la fricción de los miles de cuerpos diarios--) Poco antes que ellos, el argentino Borges entendió muy bien a Kafka en El jardín de los senderos que se bifurcan, relatos sobre laberintos y pérdidas
Un caso curioso es el de Dino Buzzati (1906-1972) En El desierto de los tártaros narra la historia del teniente Giovanni Drogo, destinado a la fortaleza Bastiani, desde donde se vigila el confín norte del reino que linda con "el desierto de los Tártaros", perdida en un lugar inconcreto y en una época sin precisar. Nos recuerda y asimila las novelas de Kafka por su simbolismo existencial. Coetzee, también muy influenciado por Kafka, retomará su idea en Esperando a los bárbaros. La espera, el paso del tiempo, los anhelos, las frustraciones, las encrucijada, pero también cierta épica, llenan estas páginas que parecen no avanzar y que desembocan en un final totalmente inesperado y aleccionador.
Para finalizar, conviene decir que España no es ajena al influjo de Kafka y, en general , a la literatura del absurdo. El muy leído Delibes tiene varias novelas de ambiente absurdo, sobre todo Parábola del náufrago (1969) Tanto Franz Kafka como Delibes dibujan -salvando las lógicas distancias- dos náufragos sociales en sus respectivas novelas. Difieren los modos de presentación, el lenguaje, los planteamientos. Pero el mensaje, la consecuencia derivada de las dos parábolas, no deja de ser parecida. Y la influencia de Kafka en la novela de Delibes es patente a todas luces. En Parábola del náufrago se dan dos procesos de degeneración del hombre en animal: el de Genaro Martín (que se metamorfosea en el perro Gen, con la misma naturalidad que Gregorio Samsa) y, al final de la novela, el de Jacinto San José, quien se convierte en cabra sin que tampoco este hecho le produzca asombro alguno.
Ya en las últimas décadas, dos escritores españoles de renombre continúan la tradición kaflkiana: Juán José Millás y el citado (al comienzo) Enrique Vila- Matas De éste último es Dietario voluble (2008).Confeccionado como un diario (diciembre 2005 – abril 2008) va dando cuenta de lecturas, sueños, encuentros, sorpresas, pensamientos, casualidades, homenajes y las más variadas formas de la narración, en recuerdo de los Diarios de Kafka. …………………..

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